martes, 4 de septiembre de 2012

Qué hay en fondo de la “auditorías” y otras medidas de apriete

En el último período estamos asistiendo a una avanzada de ajuste en el sistema de educación pública, acompañado de medidas disfrazadas de “pedagógicas”, que para llevarlas a cabo, es necesario implementar una especie de ahogo o más bien persecución laboral a los docentes.

Decimos medidas disfrazadas porque en realidad el objetivo que persiguen no es, como declaman, el derecho de los niños de aprender, sino que el ajuste pase sin que lo noten ni los padres ni los docentes. Es decir, ajustar sin que los ajustados tengamos noción de ello. Ejemplo: la intención de cerrar “Patios abiertos” o el CESAJ, de limitar las licencias, etc.

Para ello han implementado un novedoso sistema de “auditorías pedagógicas” que tienen como objetivo “terminar” con la repitencia y el desfasaje de edad.

ESTAMOS TOTALMENTE DE ACUERDO EN QUE LOS NIÑOS NO DEBERÍAN NI FRACASAR NI PERMANECER EN EL SISTEMA MÁS AÑOS QUE LOS NECESARIOS PARA ALCANZAR LA TERMINALIDAD ESCOLAR.
PERO PARA LOGRAR TAN LOABLE OBJETIVO, EL ESTADO DEBE BRINDAR LAS CONDICIONES DE VIDA Y ESCOLARIDAD QUE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES REALMENTE SE MERECEN.

La realidad indica que existen las escuelas con la problemática tan difícil que todos conocemos y existen los burócratas, que detrás de un escritorio, sentados en un mullido (a veces no tanto) sillón, pero muy lejos de la realidad, en sus tardes de ocio, se dedican a pensar de qué manera podemos inventar una estadística que dé cuenta de “lo bien que funciona el sistema educativo”. Por lo tanto pretenden utilizar los números a favor de una futura incursión electoral que les permita seguir siendo burócratas, sin acercarse a la escuela.

No somos enemigos de los números ni mucho menos, cuando éstos nos ayudan a mejorar nuestro trabajo docente y por ende el aprendizaje de los alumnos. En lo que no estamos de acuerdo es que los números y las estadísticas se usen para distorsionar ante la opinión pública la situación de la educación en la Argentina y en la Pcia. de Buenos Aires.

La educación pública está en una encrucijada. Los que defienden las leyes de educación del kirchnerismo no pueden explicar por qué cada vez la educación decae más, a no ser que las estadísticas sean como las del INDEC, cada vez son menos los niños y adolescentes que acceden al sistema y muchos menos los que terminan. Una muestra de ello es la escasísima cantidad de alumnos que se presentaron a las mesas de examen en el receso escolar, la enorme cantidad de chicos en lista de espera para inicial, etc.

Lo que ni el gobierno ni la oposición tradicional dicen (porque ambos acuerdan en eso), es que la política educativa del kirchnerismo ha mantenido los núcleos duros de la política educativa de los ’90: se ha profundizado la fragmentación del sistema (existen escuelas de primera, de segunda, de tercera y de cuarta); se prioriza la educación privada sobre la estatal; se continúa con la destrucción de la educación técnica; se desfinancia el presupuesto educativo, etc. etc. Todo con un barniz falsamente progresista. Ahora que una nueva oleada de la crisis económica mundial se hace sentir en nuestro país, ese “barniz nacional y popular” se está descascarando, entonces recurren al ajuste. Repetimos: se pueden pelear por cuestiones partidarias la Presidente, Scioli, Macri, etc. pero todos ellos acuerdan en ajustar para abajo.

Por eso pretenden disimular las consecuencias en lugar de remover las causas.

Por eso la abrumadora mayoría de sus representantes (Ministros, asesores, jefes,) cuando por casualidad pisan una escuela, en vez de brindar ayuda, vienen a apretarnos.

Partiendo de que estamos de acuerdo con la incorporación, el tránsito y el egreso de la escuela de TODOS los niños y adolescentes, creemos que el Estado se debe comprometer a cumplir con determinadas condiciones para lograrlo, en forma sincera y sin mentirles a los alumnos, a los padres y a los docentes.
1.- Salario igual a la canasta familiar, para poder trabajar en un solo cargo. No hay excelencia educativa ni respeto de la comunidad al trabajo docente ganando por debajo del salario de pobreza.

2.- Condiciones dignas de enseñanza – aprendizaje, donde el Estado demuestre que es garante de: (escuelas con baños habilitados, calefacción y refrigeración, Internet, computadoras para docentes y alumnos en su totalidad, comedores donde se coma lo mismo que comen los funcionarios educativos, provisión de útiles, guardapolvos, calzado, abrigo para todos los alumnos). Los alumnos de secundaria, Institutos Superiores y Universidades deben tener sin distinción: becas (que no tengan que mendigar), boleto y comedor estudiantil, apuntes gratis, etc.).

3.- Gabinetes por turno en las escuelas de todos los niveles.

4.- Ídem para las bibliotecas.

5.- Nombramiento inmediato de los Preceptores de Primaria aprobados en POF desde el 2007.

6.- Personal administrativo necesario para relevar a los Directores y Vice Directores de esa tarea. En la DGCyE hay gente cobrando $30.000 por mes sin cumplir ninguna función.

7.- Secretarios en cada turno.

8.- Regentes, Vice Directores, Jefes de Área y de Taller en cada escuela según su modalidad.

9.- Segundos cargos de Vice Director en todas aquellas escuelas de más de 18 secciones.

10.- Exigir el cierre inmediato de las cocinas de paco en los barrios que todo el mundo conoce. Cárcel efectiva para los que lucran con la salud física y mental de niños y adolescentes.

11.- Trabajo genuino para los padres desocupados. Apertura y reapertura de fábricas a cargo del Estado Nacional y Provincial que den trabajo a los que fueron expulsados del sistema productivo desde la década del 90 y nunca pudieron recuperar el trabajo.

12.- Nombramiento de médicos y psicólogos por escuela que puedan atender la problemática del alumno y su familia “in situ”.

13.- Capacitación docente gratuita y en horario de trabajo.

14.- Reuniones mensuales con suspensión de clases (art. 171 inc. G del Estatuto del Docente) para debatir la problemática escolar y acordar criterios entre pares y directivos del abordaje de la problemática en cada escuela.

Así y sólo así se puede desterrar la repitencia, la sobreedad, que implica fracaso.

Reiteramos que las autoridades están preocupadas por disimular las consecuencias, y no por atacar el problema.
Por eso pretenden obligarnos a promover alumnos a como dé lugar, teniendo en cuenta una única variable, la edad.

Hablamos con conocimiento de causa, porque tanto en el distrito como en la Pcia. hubo una experiencia educativa de promoción en cualquier momento del año, en otras condiciones, con cargos específicos, seguimiento mensual del nivel central, discusión permanente del proyecto, etc. No pudo ser generalizada por el abandono del proyecto de la DGCyE que ahora pretende aprovechar el corolario de esa experiencia sin tener en cuenta todo lo que hay que hacer para que se concrete.

Eran 42 escuelas en toda la Pcia. de las cuales en Quilmes había 3 ó 4, que tuvieron determinadas condiciones para llevar la experiencia a cabo: no más de 15 alumnos por grupo de desfasados, 1 Secretario Registrador cuya tarea era registrar las clases para poder discutirlas en grupo con el docente presente, asistencia permanente de los supervisores de Primaria y Psicología, no para enjuiciar o menoscabar la tarea de los docentes y directivos, sino para sostener y fortalecer el proyecto desde el conocimiento y el respaldo la tarea de la escuela.

Hoy estamos en las antípodas de eso.

Desvalorizan nuestro trabajo, amedrentan, persiguen.

¿Para qué? Para que los números “demuestren”, sólo a estrechos fines electorales, que la educación “está bárbara”, que nadie repite, que no hay niños que fracasan. Que si hay fallas, se debe a la “deficiente preparación de los docentes y al escaso compromiso con los niños”.

Desmentimos absolutamente esto.

¿Cuál es el mensaje que se baja sobre nosotros y nuestro trabajo?¿Tiene muchas interpretaciones lo que dijo la Presidente sobre los docentes en la apertura de las sesiones legislativas? ¿Alguien conoce algún compañero o compañera que trabaje sólo 4 horas y tenga 3 meses de vacaciones?

Sólo la vocación nos mantiene en las escuelas. Sólo la vocación puede lograr que sigamos adelante cuando nos agreden, nos persiguen y, como en el caso de la escuela 45, recibimos también la agresión física como respuesta a nuestra preocupación por el futuro de un niño.

También sabemos que la verdad siempre triunfa sobre las mentiras y las maniobras. Y que los padres, que siempre fueron nuestros mayores aliados, no se van a dejar confundir por el mensaje mentiroso de que el que no sirve es el maestro.

Rechazamos todo tipo de intimidación y persecución a los docentes, que lo único que consiguen es que se trabaje con miedo, dudando de lo que se está haciendo, como en la década del 90, cuando nos decían que nos teníamos que “reciclar” porque nuestra formación no condecía con las exigencias de la Ley Federal. Ley que tenía como objetivo destruir la educación pública.

Vamos a seguir luchando, desde las aulas y en la calle, reclamando lo que creemos que es justo, en el marco de la más amplia unidad con los gremios hermanos y con la comunidad educativa, hasta que logremos la educación que los hijos de nuestro pueblo se merecen.

Agrupación Azul y Blanca de SUTEBA Quilmes

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