domingo, 3 de febrero de 2013

La Asamblea de 1813

El 31 de enero se ha decretado un feriado nacional, por única vez, para conmemorar los doscientos años de la constitución de la Asamblea Constituyente del año XIII (13). Es importante que el pueblo argentino sepa cuáles fueron sus raíces históricas para entender su presente. Cómo fueron los acontecimientos luego de producida “la gloriosa insurrección” en palabras de Mariano Moreno, refiriéndose a la Revolución de Mayo de 1810.

Inmediatamente de producida la misma, surgieron dos corrientes netamente definidas: una la jacobina, revolucionaria que tenía un proyecto de nación independiente y soberana, de respeto a los pueblos originarios, desarrollo industrial, distribución de la tierra, propuesto por el General Belgrano, terminar con los privilegios, tal como lo expresa el decreto de Supresión de Honores, presentado por el Dr. Mariano Moreno, etc.; y la otra, que sólo acordaba con la separación de España, pero que quería conservar sus grandes extensiones de tierra que venían desde la época de la conquista, no modificar el statu quo o la sumo abrir negociaciones con otras potencias de la época, Inglaterra, por ejemplo, que luego de las fracasadas invasiones, había establecido una trama comercial y financiera que había permeado a la alta sociedad de Buenos Aires, lo que ocasionaba un grave perjuicio hacia el interior.

Luego de dos largos años y medio desde la Revolución, atravesando una lucha feroz, en donde los primeros revolucionarios habían sido derrotados, y en funciones el Segundo Triunvirato, éste convoca a una Asamblea Constituyente que comienza sus sesiones el 31 de enero del año 1813. Sus propósitos eran la declaración de la independencia y la redacción de una constitución.
Hay que decir que durante todo el desarrollo de la Asamblea, ésta estuvo envuelta en contradicciones. Por un lado, fueron rechazados los diputados de la Banda Oriental quienes traían mandato que se resumía en tres ítems. Declaración de la Independencia de la corona española, instalación de una república (con la división de los tres poderes) y sistema federal, es decir, que cada provincia mantenga su independencia del poder central.
A su vez tanto el General San Martín como el General Belgrano instaban a la declaración de independencia. El primero porque ya tenía el proyecto de los Andes y necesitaba una nación soberana para llevar adelante la guerra de la Independencia y el segundo hablaba de un Rey Inca y proponía una monarquía constitucional. Por otro lado estaba la corriente que a la vez que impulsaba la creación de un gobierno unitario, no estaba muy convencida de la declaración de independencia. Esta última expresada en la figura de Carlos María de Alvear.


Pero, hay que rescatar que en medio de todas las contradicciones, la Asamblea toma un rumbo muy importante. En primer lugar se declara soberana, es decir, se constituye en nombre del pueblo y no del Rey de España. Además asume por un tiempo toda la autoridad, inclusive por encima del Triunvirato.


Si bien es cierto que no llega a sancionar una Constitución, producto de las profundas divisiones internas, adopta una serie de medidas de carácter soberano. Las mismas son las siguientes: a) estableció el Escudo Nacional, b) acuñación de moneda, c) composición del Himno Nacional, d) dictó la libertad de vientres que consistía en declarar libre a todo hijo de esclava nacidos en nuestro territorio, e) libró a los originarios del pago del tributo, f) abolió los títulos de nobleza y el mayorazgo, g) eliminó la Inquisición y la tortura. Como se ve, dio un gran paso adelante en la afirmación de nuestra soberanía.
 

A 200 años de la constitución de la Asamblea, ¿en qué situación está el pueblo argentino?
Este gobierno que se dice nacional y popular y se dispone a conmemorar la Asamblea del año XIII, ¿puede hablar de soberanía?



En primer lugar, se ha perdido la soberanía de nuestro territorio allí donde se han instalado las empresas mineras. La Barrick Gold es un estado dentro de este estado. En nombre de qué soberanía se dispuso la represión a los habitantes que defienden sus economías regionales del envenenamiento de sus aguas por parte de estas empresas depredadoras y voraces en sus ganancias. En nombre de qué soberanía, se renuncia a los Tribunales argentinos y se aceptan los de EE.UU. para la renegociación de una deuda externa, odiosa, fraudulenta e ilegítima, tal como lo demostró Alejandro Olmos en su investigación.
En nombre de qué soberanía se oculta esto último en el show que se monta sobre la Fragata Libertad. Por qué no se menciona que seguimos atados al Pacto de Madrid, firmado por Menem, en nombre del cual por haber perdido la guerra de Malvinas, tenemos que consultar todo con los ingleses antes de tomar una determinación. En nombre de qué soberanía, se transforma a nuestra nación en una república sojera, atada a las compras del imperialismo chino. En nombre de qué soberanía se les compra todo el material ferroviario a ese imperialismo y no se da paso al desarrollo de una industria nacional ferroviaria. Finalmente se termina viajando en un avión de propiedad inglesa, cuya firma es accionaria de los que explotan el petróleo en nuestras irredentas Islas Malvinas. Los puertos siguen privatizados desde la época de la dictadura y de Menem.

Podemos seguir enumerando, pero el objetivo es que nos paremos desde el presente y nos preguntemos: ¿por qué doscientos años después seguimos siendo un país dependientes del imperialismo de turno? La respuesta la podemos encontrar en ese núcleo de terratenientes y grandes comerciantes, que derrotó a nuestros revolucionarios de Mayo y condenaron a nuestro país a ser agroexportador y consumidor de productos elaborados en las metrópolis.


Autor: 
Adolfo Rosas

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