Por Lidia Braceras

Hemos visto cercenados nuestros sueldos, con
absurdos e injustos descuentos por “ganancias”.
Hemos dejado de percibir el salario familiar
por nuestros hijos.
Hemos soportado todo tipo de “aprietes” y
arbitrariedades.
Pero
no lo hicimos pasivamente.
Hemos
dado batalla.
Nos sumamos a las luchas no sólo del Frente
Gremial, que una vez más nos defraudó con su tibieza y conciliación con las políticas
del gobierno, sino que nos unimos a los estatales en la lucha por el pago del
aguinaldo, y la ganamos, derrotando además el intento de aprobar la ley de
emergencia económica que hoy hubiera significado haber “legalizado” el ajuste.
Hicimos los paros del 8 y 27 de junio,
movilizándonos.
Hicimos los paros del 10 de octubre y del 20 de
noviembre, con la multisectorial encabezada por la CTA dirigida por Pablo
Micheli (Federación Agraria, la Federación Nacional Campesina, la Federación
Universitaria Argentina, los movimientos sociales: Barrios de Pie, la Corriente
Clasista y Combativa, el Movimiento Teresa Vive, etc.) y en unidad de acción
con los trabajadores de la CGT de Moyano y la CGT Azul y Blanca.
Y para terminar el año el 19 de diciembre, a 11
años del argentinazo, marchamos también en el marco de esa gran unidad junto al
resto de los trabajadores a Plaza de Mayo.
Entendemos
que dimos la pelea.
Estamos
orgullosos de la reserva de lucha de los docentes y del Pueblo argentino.
No
nos han podido acallar ni vencer.
Por
eso hoy, a horas de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, queremos levantar las
copas para brindar por nuestros anhelos: la erradicación de la pobreza, la
felicidad personal y familiar de cada uno, que se debe convertir en la
felicidad del conjunto de nuestro pueblo, por el futuro de nuestros hijos y
nuestros alumnos, por una educación de calidad y por la recuperación de la
dignidad y la alegría de ser docentes.
Un fuerte abrazo a todas las compañeras y
compañeros
Lidia Braceras
Sec. Gral. SUTEBA Quilmes
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